Sandra Ibarra es todo un ejemplo de lucha, de vida, esperanza y de superación. La pareja de Juan Ramón Lucas muestra su fortaleza, y especialmente, su ilusión por la vida en cada palabra. Ella es un testimonio vivo, humano y fuerte en su lucha contra el cáncer. Pero además, es profundamente generosa a la hora de compartir su sabiduría práctica con los demás. Por ello, siempre participa en eventos solidarios y está allí donde se demanda su ayuda. Pues bien, la joven ha escrito un libro en el que narra su lucha valiente contra el cáncer.

Una obra que puede ser de gran ayuda para todos aquellos que están pasando por este proceso, y también, para los familiares de los enfermos. Pero en general, este libro es excelente para todos aquellos que quieran acceder a lo más hondo del corazón de una mujer que se ha convertido en un ejemplo y en un referente para muchas personas. Las cuentas de la felicidad es el título de esta obra editada por Planeta que seguro que va a ser un verdadero éxito de ventas y que puede ser una buena lectura para el verano.

En este libro, Sandra Ibarra describe su lucha contra el cáncer cuando a los 20 años le detectaron la enfermedad. Ella siempre es muy positiva a la hora de hablar sobre este tema. Por ello, lanza mensajes que pueden ayudar a muchas personas. Por ejemplo, asegura que existen algunos tipos de cáncer que tienen un porcentaje de curación altísimo, por tanto, se superan. Este es el caso, por ejemplo, del cáncer de mama. Por otra parte, también explica que la enfermedad forma parte de la vida, es decir, el paciente puede seguir disfrutando de su vida, de la compañía de los seres queridos. En ocasiones, se habla de una enfermedad como si se trata de un paréntesis en la felicidad, como un parón para volver con más fuerza. Sin embargo, conviene aprovechar el presente siempre, incluso, en medio del tratamiento.

Es la presidenta de la fundación que lleva su nombre y ahora, ha dado el salto de escritora. En el pasado, era una modelo muy prometedora, sin embargo, su profesión se vio truncada por la enfermedad.

Imagen: Intereconomía