Una de las partes del cuerpo que más mostramos y que más nos empeñamos en cuidar es la cara, una zona que durante todo el año, pero más aún en verano, es susceptible de sufrir las consecuencias de la exposición al Sol. Para combatirlas no es necesario recurrir a grandes operaciones, salvo en casos concretos, sólo con seguir algunos consejos podemos proteger nuestro cutis de una manera más económica. Por supuesto, siempre es conveniente seguir las instrucciones de médicos y dermatólogos, pero estas recomendaciones pueden ser un primer paso a tener en cuenta.

Las preocupaciones estéticas que tenemos en este entorno social en el que se valora tanto la imagen de las personas, pero sobre todo, si pretendemos seguir algunos hábitos saludables a la vez que naturales, sería aconsejable apostar en primer lugar por una exposición al Sol que no sea demasiado fuerte, es decir, hasta antes de las diez de la mañana y a partir de las tres de la tarde, ya que los rayos solares son menos intensos y su incidencia sobre nuestra dermis también.

Un estupendo remedio natural para las manchas de la piel sería la aloe vera, una planta que podemos cortar y abrir por la mitad para extraer el líquido verde que contiene para esparcirlo sobre nuestra piel, lo que nos puede ayudar con el tema de las manchas, el acné o incluso con las quemaduras. Pero si lo que nos preocupa es disimular cómo afecta el paso del tiempo a nuestro rostro, uno de los remedios naturales más sencillos pasa por restregar una rodaja de cebolla por las manchas durante varios minutos diariamente.

El limón es otro de los aliados contra las manchas, sólo hay que empapar un trozo de algodón con el jugo de limón y aplicar sobre las imperfecciones, ya que al tratarse de ácido cítrico, permite exfoliar las células muertas de la dermis. Eso sí, en el caso del limón, conviene tener un cuidado especial a la hora de exponernos al Sol, pues soportar los rayos solares tras frotar la piel con limón sería perjudicial.

Y si las verduras nos pueden aportar beneficios para nuestra piel, las frutas no se quedan atrás. Buen ejemplo de ello es el plátano, que mezclado con unas cucharadas de miel, hace que la dermis no se reseque, ya que contiene algunas vitaminas que ayudan a hidratar la piel. Es tan sencillo como machacar esta fruta, mezclarla con miel y aplicar dicha sustancia sobre las manchas. Por tanto, también es un remedio aconsejable para pieles secas.

Los cereales tampoco podían ser menos en el tema de cuidar nuestra piel. Uno de ellos, el maíz, contribuye a mejorar el tono de nuestra dermis eliminando las impurezas. Con la harina de maíz se puede preparar una mascarilla facial, junto con una cucharada de miel, algo sencillo y útil que deberemos retirar de la cara después de diez minutos.
Por último, se recomienda no aplicar hojas de zanahoria ni perejil sobre la piel, ya que contribuyen a aumentar la sensibilidad al Sol. Y lo mismo ocurre con algunos productos comerciales que, por su contenido, pueden provocar manchas oscuras, por lo que se aconseja consultar a un especialista previamente.

Sea como sea, hay que apostar por un binomio estético en el que la salud y nuestra imagen no estén reñidas.