Vivimos en el mundo real, no estamos en una burbuja a salvo de todos los peligros, vivir implica convivir en sociedad y los conflictos personales son humanos porque además, existen personas que tienen muy poco tacto y una sensibilidad baja a la hora de decir las cosas. No se ponen en el lugar de aquel que ha recibido una información determinada.

Cuando una persona se siente herida, puede sentirse vulnerable por haber sido atacada en lo más hondo de su corazón. Pero además, también es muy importante que una persona piense en positivo y cuide de sí misma dando menos valor a lo que opinan los demás y más valor al criterio propio. Cuando una persona te dice algo de malas formas se está definiendo a sí misma, es decir, el problema no es propio sino ajeno.

1. Cuando te has sentido herido es importante que te des un tiempo para reposar la información y para asimilar lo que ha pasado. Procesar la información también te ayuda a calmar los sentimientos ya que no es oportuno hablar bajo el impacto de la ira porque puedes decir algo de lo que luego te arrepientas.

2. Coge el teléfono y llama por teléfono a alguien externo con quien puedas hablar en cualquier momento para desahogarte de lo que ha pasado. Es bueno hablar con una tercera persona ajena al conflicto.

3. Para evitar sentirte más herido de lo necesario no te lo lleves todo al terreno personal, analiza el hecho de una forma externa.

4. Cuando tengas esa conversación pendiente con la persona implicada en el conflicto es vital que evites empezar la charla con los reproches y el ataque personal. Por el contrario, tienes que pensar en abrir el corazón son sinceridad para decir cómo te has sentido y qué es lo que te ha herido.

5. Aunque ahora te parezca un dolor muy grande el que sientes, piensa que la vida es cambio, y en cuestión de dos días esa herida estará aliviada.