Qué entendemos por virus estomacal
La diarrea vírica producida por un virus estomacal es, probablemente, la causa más común de padecer este incremento en la frecuencia de las deposiciones. Esta infección, también denominada gastroenteritis vírica o gripe estomacal, suele ser de carácter leve y provoca una interferencia con la función natural de nuestro cuerpo para digerir y asimilar los alimentos que consumimos, así como sus nutrientes y sales.
A pesar de llamarse virus estomacal, lo cierto es que éste también se extiende a los intestinos delgado y grueso, provocando la inflamación de buena parte del sistema digestivo. El virus presente en el organismo provoca un aumento de agua en los intestinos, razón por la cual las heces se vuelven mucho más líquidas. Son muchos los tipos de virus que pueden causar gastroenteritis, como el norovirus (muy común entre los niños) o el rotavirus (niños y adultos). En cualquiera de los casos, los síntomas harán aparición como máximo 48 horas después de haber entrado en contacto con el virus y estos abarcan no sólo la diarrea vírica sino también dolor abdominal y náuseas, entre otros.
Las diarreas víricas no suelen tener una duración prolongada, sino que corresponde a unos pocos días. Por norma general, las personas con un buen sistema inmunológico son capaces de combatir el virus sin consecuencias, más aún si cuidan la alimentación, la cantidad de líquido que ingieren o se ayudan tomando medicamentos para la diarrea que alivien los síntomas. Sin embargo, aquellos cuyo sistema inmunológico no sea tan fuerte pueden sufrir una dilatación de los síntomas, de manera que lo recomendable es consultar con un médico si los efectos se prolongan demasiado. Otros grupos de mayor riesgo son los niños y los adultos de edad avanzada, en cuyos casos las defensas son más bajas.
Como siempre, el tratamiento irá orientado a evitar la deshidratación; por esta razón, es necesario garantizar que nuestro organismo recibirá suficientes líquidos como para reponer la pérdida ocasionada por la diarrea vírica. Es posible que la ingesta de alimentos se reduzca durante los días que dure la diarrea, puesto que las náuseas y el estado general de nuestro cuerpo nos impedirán comer sólidos; de modo que hay que hacer hincapié en la cantidad de bebida que ingerimos (solamente aquella que nos ayudará a reponer los minerales que vamos perdiendo).
Existen antidiarreicos que pueden paliar los efectos de la diarrea vírica; Hidrasec es un fármaco que consigue regular el paso de agua al intestino con uno de sus componentes, el racecadotrilo. Además, lo consigue sin frenar el movimiento del intestino, reduciendo la duración de la diarrea sin efectos secundarios como el estreñimiento o la hinchazón abdominal.