¿Por qué nada te hace feliz?
Parece imposible, pero a veces, pasa. Tienes la sensación de que nada te hace feliz, nada te llena lo suficiente, deseas algo muy distinto de lo que tienes, un modo de vida más atractivo y más positivo. ¿Qué hacer entonces? Sólo existen dos opciones: soportar el dolor de la frustración y de la tristeza o aprender a disfrutar y a ser feliz con aquello que tienes, sin pensar tanto en aquello que te falta. ¿Por qué nada te hace feliz?
Tal vez, porque tienes un nivel de exigencia desmedido en relación con la propia vida. No hace falta tanto para estar bien, pero la mente humana es muy compleja y hay veces, en las que se puede convertir en tu peor enemiga. Si nada te hace feliz, tú eres la única persona que puedes encontrar la respuesta de esa pregunta. Por supuesto, merece la pena aprender a vivir en plenitud, para ello, piensa en todo lo que tú tienes y que otras muchas personas anhelan.
Es esencial tener un techo, una casa que te ofrezca seguridad, también es una suerte tener un plato de comida que llevarte a la boca cada día, tener ropa para lucir en cada ocasión… El acceso a la cultura también es determinante en relación con la felicidad y se trata de un bien del que muchas personas carecen.
Por otra parte, en el mundo existen grandes placeres que son totalmente gratis y a veces, son los que pasan más desapercibidos ante los ojos: el placer de dar un paseo, la suerte de ver el sol y contemplar un paisaje, disfrutar de un día con una temperatura agradable. En los días de invierno también es un regalo llegar a casa con la sensación de frío y después, sentir el calor de la calefacción.
Además, también puede que te exijas tanto a ti mismo que mates toda posibilidad de ser feliz, que estés agotado anímicamente ante la sensación de querer ser perfecto. En ese caso, relájate y disfruta de la vida y del presente porque nunca se sabe qué puede pasar mañana. Analiza cuál es tu nivel de satisfacción con tu propia vida.
Imagen: El Blog Alternativo