El cambio de hora puede ser vivido con tristeza por todo lo que implica. Es decir, el cambio de hora nos hace dejar atrás los largos días de luz de la época estival, los planes sociales interminables del verano y las buenas temperaturas.

Sin embargo, conviene no pensar solo en lo que perdemos sino también, en lo que ganamos. Es decir, abrir de par en par las puertas del otoño también nos ayuda a disfrutar de placeres tan valiosos como el ocio en casa, el paisaje otoñal, el afterwork…

El pensamiento positivo es vital para hacer frente al cambio de hora, por ello, te damos buenas razones para pensar en positivo.

1. En primer lugar, no dejes que los factores externos afecten en tu felicidad sino que tu felicidad depende de ti. En ocasiones, damos mucho peso a todo lo de fuera cuando en realidad, debemos convertirnos en dueños de nosotros mismos y de nuestra propia dicha.

2. Relativiza este cambio de hora porque solo se trata de una hora. Sin embargo, es verdad que durante la primera semana es posible sufrir algunas molestias, como por ejemplo, cambios de humor y problemas de sueño. Pero todos estos síntomas desaparecen en una semana.

3. Todo cambia y nada permanece. Estamos en un proceso de cambio constante, por tanto, vivir de verdad cada estación también nos ayuda a vivir mejor el presente. Gracias a la intensidad del otoño y del invierno también valoramos de verdad la maravilla de la primavera y del verano.

4. Existen placeres que se valoran mucho en otoño. Como por ejemplo, el confort que sientes al llegar a casa después de un día largo en la oficina y disfrutar de un baño relajante que te renueva por completo por dentro y por fuera.

5. Adapta tus actividades al calendario de otoño para sacar el máximo partido a los días y aprovechar las horas de luz solar.

Que el cambio de hora no te quite la sonrisa.