Película recomendada: Todos los días de mi vida.  Para los amantes del cine romántico, es una suerte poder disfrutar de historias de amor con final feliz en la gran pantalla. En la actualidad, justo cuando nos disponemos a disfrutar de la Semana Santa, puedes pasarlo bien gracias a un plan de cine tranquilo en pareja o con amigos. Hoy te sugiero un nuevo título: Todos los días de mi vida. Un título evocador donde los haya que muestra el compromiso sólido que existe en un amor maduro y pleno.

La historia de la película está inspirada en hechos reales. De hecho, este dato hace que la película merezca de verdad la pena. Y es que, la verdad es que se trata de una historia muy mejorable en cuanto a calidad de los diálogos se refiere, por ejemplo. Por otra parte, en algunos momentos se confunde el romanticismo con la cursilería insoportable, como por ejemplo, en el momento de la boda. Lo romántico es elegante y seduce. Sin embargo, lo cursi resulta empalagoso y produce rechazo. Pero el final es uno de los momentos que de verdad merece la pena de la película. Precisamente cuando finaliza la historia y entonces, aparece la fotografía de la pareja real que fue fuente de inspiración de esta guión.

El argumento se centra en la vida de una joven pareja que un día sufre un accidente de tráfico. Ella sufre amnesia, y por tanto, olvida los últimos años de su vida, no recuerda que está casada y para ella, su marido es como un extraño. A partir de allí, comienza la lucha de él por recuperar a su esposa. Y también, comienza la aventura de ella por volver a revivir sus recuerdos, rescatar su vida y su identidad para saber quién es.

El final de la historia no es previsible, es decir, logra romper los esquemas del espectador. Tal vez por eso, merece la pena hacer un hueco en la agenda para disfrutar de «Todos los días de mi vida» y descubrir cómo evoluciona esta historia de amor sin límites. En este caso, sí se puede decir que la realidad supera la ficción.

Imagen: Es Madrid