El hamman es un ritual oriental de limpieza corporal y mental. Este espacio de bienestar, típico de los países arábigos y orientales (medio oriente, Magreb…), es un ritual muy antiguo pero que no deja de estar de moda. Ya desde la antigüedad, las mujeres (y también los hombres de estos países), destinaban una parte de su tiempo al cuerpo y al tratamiento de la piel, de dos a tres veces por semana. Según la tradición arábiga, este momento constituye un instante de limpieza y relax, algo que no proporciona lo cotidiano.

Hay que tener en cuenta que en esta zona del mundo, el hamman está separado en dos: la parte de los hombres y la parte de las mujeres, para así, lógicamente, preservar la intimidad de los dos sexos. Sin embargo, con el paso del tiempo, también se está observando la creación de hamman que están creados exclusivamente para parejas casadas.

¿Cómo funciona el hamman?

Los centros ponen a disposición de los clientes diferentes medios para satisfacer sus necesidades naturales: toallas (aunque no siempre), cubos de agua, jabón negro, un guante exfoliante y la alheña.

En el hamman, por regla general las mujeres consagran su tiempo a cuidados de belleza intensos. ¿Cómo? A través de mascarillas para el cabello, aplicando exfoliantes orientales como el jabón negro de oliva y el eucalipto. Éste es un exfoliante tradicional marroquí que permite purificar y eliminar la piel muerta; también utilizan uno de los productos más importantes de Oriente, la alheña: es un tinte natural de color rojizo que se emplea en el cabello y que, además, se utiliza como técnica de coloración de la piel.

El tiempo del ritual puede durar hasta 3 horas, sobre todo si hay un evento importante. El hamman es, también, una etapa obligatoria para la futura esposa. En los países orientales, y en particular en Marruecos, la esposa debe ir con su familia (su madre, hermanas, amigas y la familia del marido) a estos centros, donde será tratada con todos los cuidados posibles para así ser purificada estéticamente. A la salida del baño se les sirve el té marroquí o turco, así como pasteles orientales.

¿Cuáles son los ventajes del hamman?

El hamman tiene mucho beneficios: además de ser un rito de limpieza también supone un momento de desconexión. Permite la relajación de la musculatura y la liberación de las vías respiratorias, sobre todo si se aplican aceites esenciales de eucalipto. El hamman alivia los dolores menstruales, reduce el insomnio, mejora la circulación sanguínea y favorece la abertura de los poros de la piel, para así liberar mejor toxinas.

Recomendaciones

Las altas temperaturas hacen que el ritmo cardiaco se pueda duplicar, pasando de 70 a 140 pulsaciones por minuto. Por esta razón, no está recomendado para ancianos, mujeres embarazadas y personas con problemas de salud varios (hipertensión, cardiópatas, etc.). También se desaconseja a quienes padecen trastornos de presión, de venas varicosas, dermatitis, enfermedades bronquiales severas, epilepsia o anorexia.

Hoy en día, estos lugares también están disponibles en algunas ciudades de Europa, donde las mujeres occidentales pueden empezar a disfrutar de este ritual oriental.