El aumento del consumo de la medicina natural ha provocado un conflicto entre este tipo de medicina y la convencional, la que procede de la farmacología. Lo cierto es que ambas sirven para causas distintas, pero que la natural otorga más beneficios a nuestro organismo que la artificial. Y, sobre todo, con ella corremos menos riesgos de sufrir efectos secundarios.

Pese a que ambas son recomendables, vamos a informaros sobre los beneficios que obtenemos tomando medicina natural.

Los más beneficiados por ellos son las personas con enfermedades como el asma o la sinusitis. Con la medicina convencional, sin quererlo, nos hacemos dependientes de los medicamentos para poder soportar nuestro problema. Sin embargo, con los medicamentos naturales tenemos un gran tratamiento que nos alivia las causas y que nos hace no ser dependientes.

La piel también agradece la elección de este tipo de medicinas. Plantas como el aloe vera revitalizan la piel y ayudan a acabar con infecciones o inflamaciones. Además, evita irritaciones.

Si para algo solemos acudir a la medicina natural es a la hora de perder peso. Plantas como el té son diuréticas y nos ayudan a perder líquidos. Otras como la cola de caballo están empezando a utilizarse simplemente para estos casos, aunque tienen numerosas propiedades que benefician a nuestro organismo en otros muchos aspectos, no solo en este.

Otra de sus propiedades más conocidas es la de actuar contra el estrés. Hierbas como la manzanilla o la valeriana son las más utilizadas cuando los nervios están a flor de piel.

Quizás una de sus funciones menos conocidas pero más importantes es la combatir problemas reumáticos tales como la artritis y la artrosis. En este caso, es recomendable combinar la medicina natural con la convencional, ya que juntos actúan con más fuerza sobre estas enfermedades.

Por tanto, un sinfín de beneficios que justifican el por qué del crecimiento de estos tratamientos en los últimos años y por qué es tan beneficioso para el organismo el tomar medicina natural.