La enfermedad del orgullo
El orgullo no nos hace mejores personas, ni más importantes que los demás o más grandes. El orgullo nos hace más pequeños porque nos resta naturalidad a la hora de vivir, nos aporta mucho estrés y malestar. Es urgente aprender a poner las cosas en su contexto justo para vivir con la tranquilidad de ánimo necesaria. ¿Cómo poner límites al orgullo que surge del ego?
1. En primer lugar, aprende a callarte en ciertos momentos, no quieras tener siempre la razón en todo, ni pretendas ser el centro de atención de los demás. Al principio, cuesta mucho dar este paso, pero poco a poco, descubres que te relacionas mejor desde la igualdad porque tienes la capacidad de aprender cosas nuevas de otras personas.
2. No tienes que estar demostrando tu valor constantemente ante los demás. Eres una persona valiosa en sí misma. Por tanto, relájate porque tu verdadero valor está en ser tú mismo. Aquellos que te quieren no se relacionan contigo por tu productividad o tu rendimiento. En realidad, ven tu valor al margen de todos tus posibles defectos, limitaciones o carencias internas.
3. No seas tan exigente contigo mismo, aprende a dar valor a las pequeñas cosas porque la vida fluye cuando aprendes a dar las gracias de verdad a todo lo que tienes.
4. Admira a los demás porque la admiración te permite aprender. Existen personas muy sabias de las que puedes aprender grandes lecciones de vida. Ten una menta amplia para comprender que la sabiduría no responde al nivel de estudios académicos sino las experinecias de la vida y al grado de reflexión que tienes sobre ellas.
5. Libérate de sufrimientos innecesarios cuando la vida es tan bonita que tú puedes obtener algo bueno de ella cada día.
6. Ten paciencia para aprender a esperar a las personas. No siempre las cosas se dan en el momento oportuno, o la gente reacciona como tú esperas.
7. La vida no es cuestión de orgullo porque en el momento más inesperado, la vida rompe tus planes y te hace sentir diminuto e indefenso.
Hoy es un buen día para empezar desde cero a vivir de nuevo para disfrutar de esta aventura maravillosa que es la existencia.