La conexión entre el cine y las emociones
El cine es un medio de entretenimiento fantástico y la realidad es que gracias a una buena película, los espectadores pueden viajar hasta otros mundos, a kilómetros de distancia hasta otros lugares para descubrir que existen otras formas de vivir y de soñar. Por supuesto, a través de una película también se puede sentir un aburrimiento profundo cuando acudes al cine y encuentras una historia que no cubre tus expectativas.
A la hora de ir al cine y elegir una buena película también es muy importante que te conozcas a ti mismo. Por ejemplo, es vital que si las películas tristes te afectan en exceso y después te cuesta mucho tiempo desconectar de la trama, hasta el punto de que te llevas los problemas de la ficción a casa, entonces, es mejor que optes por un título alegre y evites ver películas que sabes que te afectan.
El cine es una inversión de tiempo y de dinero, por tanto, en este sentido sé egoísta y cuida de ti y de tu bienestar al elegir títulos que te encanten a ti. Para evitar sorpresas inesperadas es positivo que leas el resumen de una película en el periódico y que veas el tráiler en internet para captar la esencia de la historia.
A través del cine puedes conocerte mejor a ti mismo porque en una película se tratan temas humanos. Pero además, en una película puedes ver diferentes personajes y puedes aprender de las virtudes de algunos de ellos, de sus errores, de sus aciertos y fracasos.
El cine nos regala grandes historias que dejan un sabor eterno en la memoria. De hecho, existen películas que no pasan de moda y que han pasado a la historia. Por ejemplo, la cinta Lo que el viento se llevó.
El cine es cultura y es vital que en tu tiempo de ocio te cultives a ti mismo gracias a historias que llegarán directas a tu corazón y te ayudan a pensar. El otoño es una buena época para encontrar refugio en las salas de cine.