Quedan pocas horas para despedir el 2012 y la verdad es que un año es como un buen amigo al que le coges cariño y te cuesta despedirte de él. Sin embargo, también es verdad que el 2012 ha sido tan catastrófico en algunos aspectos, por ejemplo, en el plano laboral, que existen muchas personas que están deseando abrir la puerta de la superstición esperando que el bendito número 13 nos traiga muchas cosas buenas a todos: salud, que es el bien más importante y que te permite disfrutar de todo lo demás.

Pero también, mucho trabajo para generar nuevas oportunidades en los jóvenes que están buscando su oportunidad de poder acceder a un empleo y de poder disfrutar de una oportunidad gratificante.

Sin duda, cada persona ha disfrutado del 2013 de una forma diferente en base a su situación y a sus circunstancias. Es decir, en el balance que cada persona hace del 2012 también queda espacio para las noticias bonitas para los buenos momentos vividos y para los instantes compartidos. Está claro que esos momentos quedarán en tu corazón para siempre y te van a hacer sentir feliz de verdad. Ese tipo de recuerdos lejos de quedar en el pasado, es un bagaje emocional muy necesario para caminar hacia el futuro con optimismo y esperanza: quien queda estancado en el ayer no avanza a nivel vital porque se coloca a la defensiva. Por tanto, no tiene la actitud adecuada para sacar el máximo partido de la vida.

¿Cómo celebrar el final de año? Lo ideal es que lo hagas con personas de las que te sientas bien rodeado y bien acompañado. No sólo puede ser tu familia sino también, tus amigos. Pero lo más importante es que tú seas tu mejor compañía porque has aprendido a tratarte con mucho cariño y con mucho respeto a ti mismo.

Por otra parte, para dar la bienvenida al 2013, brinda con tus seres queridos con una bebida que a ti te guste, piensa en positivo y no dudes en pedir para tus adentros tres deseos que pueden hacerse realidad a lo largo de los próximos 12 meses.