Eugenia Martínez de Irujo abandona el hospital
Hace sólo unos días que se celebró la boda de Cayetana de Alba y la verdad es que ese momento quedará en las retinas de muchos, tal vez, porque esa boda también supone un punto de inflexión en relación con muchos roles sociales. Por ejemplo, todavía sigue siendo más habitual que sea el hombre quien sea mayor que la mujer, sin embargo, Cayetana de Alba ha mostrado su capacidad de luchar y de conseguir sus deseos por amor a un hombre que le hace feliz: Alfonso Díez dejó de ser funcionario y ya es el nuevo Duque de Alba.
En medio de tanta alegría de la boda en la que pudimos ver a asistentes tan ilustres como Carmen Tello, Genoveva Casanova, Fran Rivera o su hermano Cayetano, también hubo alguna que otra ausencia notable. Por ejemplo, destacó la ausencia por enfermedad de su hija Eugenia Martínez de Irujo que ha estado ingresada durante seis días por varicela. Eugenia Martínez de Irujo se hubiese reencontrado con su ex en la boda, sin embargo, no pudo ser. Ha estado totalmente aislada durante varios días en el hospital por peligro de contagio. La verdad es que a veces, el destino tiene sus propias leyes, por ello, resulta una ironía del destino que Eugenia no pudiera asistir porque casualmente cayó enferma el día anterior. Una pena porque ella ha sido una de las personas que más ha apoyado a su madre con este romance que no ha sido entendido por todos.
Pues bien, después de seis días ingresada por fin, Eugenia Martínez de Irujo ya está en casa. Ha abandonado la clínica Rúber y ha querido abandonar la clínica de incógnito. Algo lógico porque la verdad es que la intimidad es uno de los mayores bienes de un ser humano. Además, Eugenia Martínez de Irujo también se ha sentido un tanto molesta por los comentarios de quienes dudaron que esta enfermedad pudiese ser una excusa para no asistir al enlace de hace una semana.
Al menos, Eugenia podrá estar informada de todos los detalles de la boda de su madre a través de las revistas, y por supuesto, también gracias al testimonio de todos los asistentes.
Imagen: Vanitatis