Entre el 5 y el 8 por ciento de la población entre 12 y 25 años sufre algún trastorno alimenticio. Estamos en Navidad una época en la que de forma habitual, las familias se reúnen alrededor de la mesa para disfrutar de un menú al amparo del calor del hogar. Sin embargo un tema tan natural como la alimentación también es fuente de conflicto interno para muchas personas, en concreto, entre el 5 y el 8 de la población de entre 12 y 25 años de edad sufre algún tipo de trastorno alimenticio.

La realidad es que en ocasiones, detrás de este tipo de problema también se esconde un problema emocional. Pero además, la obsesión por tener una imagen perfecta que impera a nivel social es agotadora, especialmente, para los adolescentes que todavía no tienen la personalidad cien por cien formada.

Las patologías principales son la anorexia y la bulimia nerviosa, problemas que pueden aparecer en la persona incluso, antes de los 12 años de edad. Se trata de enfermedades que son muy trágicas o que pueden llegar a serlo puesto que conviene destacar que el 10 por ciento de las personas diagnosticadas con esa enfermedad muere. El problema surge cuando la persona tiene un problema pero no asume que lo tiene, es decir, no reconoce su enfermedad por lo que no puede ser tratada con eficacia.

De hecho, y de una forma muy positiva conviene destacar que las personas que son tratadas llevan una vida normal y tienen una buena calidad de vida. Por tanto, conviene lanzar un mensaje de esperanza puesto que esta enfermedad se puede curar y se puede superar. Pero además, esta enfermedad no sólo afecta al paciente sino también, a toda la familia puesto que los lazos familiares pueden verse resentidos por esta cuestión.

Este tipo de problemas no sólo afectan a las chicas sino también, a los chicos ya que además, ellos cada vez cuidan más su imagen, a veces, también de una forma obsesiva.

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