Hoy es un día muy importante porque es importante tomar conciencia social sobre el hambre como un problema real que produce mucho sufrimiento y mucho dolor. Es sorprendente que en pleno siglo XXI, la igualdad sigue siendo todavía una asignatura pendiente ya que el lugar de nacimiento puede determinar el destino de futuro de un niño.

El hambre refleja la desigualdad de oportunidades que hay en un mundo en el que unos tienen mucho y otros muy poco. Sin embargo, en esta lucha que nos implica a todos, merece la pena tomar conciencia a nivel individual también sobre qué podemos hacer cada uno de nosotros a nivel individual para poner fin a este problema.

Existen casas en las que se tira comida caducada al contenedor, un detalle que refleja que todavía queda mucho camino por recorrer a la hora de asumir que los recursos no están igualmente repartidos al alcance de todos.

Pero el Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza también es una fecha muy señalada para que los gobiernos tomen medidas para reflexionar sobre posibles soluciones para evitar este problema que es evitable porque en el planeta existen recursos suficientes para alimentar a toda la población mundial.

Este día ha sido organizado por el Instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas y el lema de este año es «trabajar juntos por un mundo sin discriminación: aprovechar la experiencia y los conocimientos de las personas que viven en la pobreza extrema».

Es decir, la lucha por construir un mundo mejor responde a un trabajo de equipo en el que la suma de muchas voluntades a nivel individual es el éxito final. Se trata de una realidad dura pero no es una solución mirar hacia otra parte sino que merece la pena tener la madurez necesaria para afrontar el conflicto en positivo

Hoy es un día de denuncia social y para buscar soluciones por todo el camino que nos queda por recorrer.