La vida es igual de vida en la salud que en la enfermedad. Es decir, más allá de atravesar un bache de salud conviene entender que las personas, tienen el mismo valor a pesar de necesitar la ayuda de los demás. Un enfermo depende más de su entorno, precisamente, porque la debilidad genera dependencia en mayor o menos medida.

En algunos casos a nivel físico y en otros a nivel emocional. Para dar espacio a todas esas personas que viven en silencio callado su dolor, en Bienestar Natural queremos recordar que hoy 11 de febrero se celebra el Día Mundial del Enfermo.

Además, si ya de por sí, el mal tiempo influye de una forma negativa en el estado de ánimo, las personas que atraviesan una enfermedad, todavía notan más estos cambios, precisamente, porque muchos de ellos, en días de tanta lluvia y de nieve no pueden salir tanto a la calle para pasear como en primavera cuando pueden disfrutar del sol y de la alegría que se respira en las calles.

En muchas casas existe un enfermo y en ese caso, no sólo cambia la vida del enfermo sino también, de la familia. Es decir, las personas, hacen todo lo posible por cuidarle, acompañarle, atenderle, organizan su rutina alrededor de ese ser querido que se merece lo mejor, y el amor es la mejor forma de darlo todo por alguien querido.

Existen enfermos que son cien por cien dependientes, en ese caso, conviene incidir más todavía en la importancia de cuidar al cuidador, protegerle y ayudarle, para que no caiga también enfermo por exceso de responsabilidades y de tristeza.

Formar parte de una asociación de afectados por la misma enfermedad también resulta de gran ayuda a la hora de superar el dolor que causa el sufrimiento emocional que se esconde detrás de toda enfermedad. Detrás de toda enfermedad, existen muchas preguntas sin respuesta, muchas heridas internas y mucho dolor.

En el Día Mundial del Enfermo, en Bienestar Natural, queremos rendir nuestro particular homenaje a todos los pacientes y a sus cuidadores.