Dar es mejor que recibir
Sin duda, el ser humano tiene una cierta tendencia a pensar primero en sí mismo y después en los demás. Sin embargo, la crisis económica está mostrando que los valores sociales siguen muy vivos. Sencillamente, porque las familias se apoyan mutuamente. Muchos hijos han tenido que volver de nuevo a casa de sus padres después de haberse independizado. Y también, muchos abuelos cuidan de sus nietos de lunes a viernes.
Por otra parte, en la actualidad, muchas personas colaboran como voluntarias en diferentes organizaciones. En ese caso, lo cierto es que dar es mejor que recibir como bien comprueba todo aquel que se anima a salir de su círculo de comodidad y de su área de confort para pensar en los demás.
Dar implica también recibir ya que en la medida que das cariño, también recibes afecto por parte de los demás. Pero también, dar puede aportar un sentido concreto a tu existencia como bien explicó Victor Frankl. Existe una pregunta muy importante que se hace cualquier ser humano: ¿Para qué realizo este acto? Es decir, la tendencia a la finalidad queda implícita en el corazón. ¿Por qué es mejor dar que recibir?
1) Porque cuando das, apuestas por esa persona al cien por cien. Y además, te entregas sin condiciones desde un punto de vista emocional. El cariño y el amor te definen como persona.
2) Además, cuando das, también tomas la iniciativa y las riendas de tu propia vida. No te quedas a la expectativa de lo que hagan los demás.
3) Las relaciones sociales son más fuertes en la medida que te animas a dar. Es vedad que no siempre das y recibes en la misma proporción, ni en el mismo grado. Sin embargo, lo más importante es que siempre estés contento contigo mismo y satisfecho con tu modo de obrar.
4) La felicidad está conectada con la generosidad que surge de una forma inevitable del dar.
5) Dar te conecta con la vida, con la motivación que surge del camino de la existencia y con el agradecimiento de poder cmpartir el presente.
Dar es mejor que recibir, sin embargo, también es muy importante poder recibir afecto y cariño porque la amistad y el amor se basan en la reciprocidad.
Imagen: Dale que dale