Cuando ya no te quedan lágrimas
Muchas veces, asociamos el dolor extremo con el llanto y la desesperación, sin embargo, de forma curiosa, una persona puede no llorar a pesar de estar muy triste porque tiene la sensación de que ya no le quedan lágrimas que soltar. Cuando tienes la sensación de que ya no te quedan lágrimas estás muy triste y en realidad, te encantaría poder desahogarte a través del llanto.
La realidad puede ser tan dura y tan desgarradora en ciertos momentos que también es posible reaccionar con cierta frialdad ante ella.
Las lágrimas son una forma de expresión y de comunicación humana como ya queda de manifiesto en la infancia cuando un bebé transmite su bienestar a través de la risa y su malestar a través del llanto. Un lenguaje universal que sigue vivo incluso en la etapa adulta como formas de lenguaje corporal.
Cuando ya no te quedan lágrimas que llorar, no tienes que ignorar tu dolor interno y tu realidad. Es muy importante que cuides de ti e intentes canalizar toda esa energía negativa que llevas dentro transformándola en arte, por ejemplo, a través de la escritura creativa.
Del mismo modo, también puedes salir a pasear todos los días, respirar aire puro y hacer deporte porque todos estos elementos te ayudan a vivir mejor.
Además, en un momento de tristeza también necesitas dormir durante más tiempo para descansar para recargar pilas porque la tristeza profunda causa agotamiento. Cuando tienes la sensación de que ya no te quedan lágrimas tienes que darte tiempo porque en cualquier momento puede producirse el cambio y cualquier nostalgia puede producirte el llanto de una forma natural.
El equilibrio siempre es el punto deseado a nivel emocional. Tan agotador puede ser llorar sin consuelo como agotar todas las lágrimas hasta sentir el vacío de la nada dentro de uno mismo, el dolor de lo incomprensible y la impotencia de no poder cambiar las cosas.
Pero en cambio, lo que sí está en tu mano es cambiar de actitud.