Cuáles son los síntomas de la gripe
La gripe es un proceso multisintomático provocado por el virus “influenza”, muy común y que ocasiona toda una serie de efectos en nuestra salud que nos obligan a guardar un periodo de reposo y a iniciar un tratamiento farmacólogico para paliar sus síntomas. Esta enfermedad de tipo respiratorio es muy fácil de contagiar, ya que se transmite a través del aire, con lo cual el mínimo contacto con una persona que tenga el virus supone la exposición inmediata.
El virus de la gripe suele manifestarse de forma repentina, aunque su periodo de incubación corresponde a entre 48 y 72 horas desde la exposición. En el momento en que se presenta la enfermedad se experimentan, principalmente, los siguiente síntomas:
- Dolor de cabeza, de garganta e incluso muscular: en general, la gripe se asocia a un malestar generalizado que comprende dolor corporal, uno de los motivos por los cuales realizar cualquier actividad física supone un gran esfuerzo y no deben llevarse a cabo.
- Fiebre: en algunos casos puede llegar a ser bastante elevada y prolongarse durante varios días, aunque también es cierto que se puede tener la gripe sin llevar a experimentar fiebre.
- Congestión y secreción nasal: a pesar de que estos síntomas son más propios del resfriado común o catarro, no resulta algo extraño que la gripe los incluya, motivo por el cual en más de una ocasión cuesta diferenciar uno del otro.
- Fatiga y cansancio generalizados: a menudo la suma de todos los síntomas suele ir unido a una sensación de debilidad que hace muy difícil emprender cualquier tipo de actividad.
Estos son los síntomas más comunes, aunque la gripe puede comprender otros tales como la tos o la irritación ocular.
A efectos generales, la gripe suele tener una duración de entre 5 y 10 días; en caso de padecer fiebre, ésta no debería durar más de 5 días. En el caso de que la fiebre se extienda más allá de este periodo, la opción más recomendable es consultar a un médico. Los otros posibles síntomas pueden prolongarse todavía más, hasta el punto de poder arrastrar cierta debilidad durante un par de semanas, así como la tos y cierta congestión nasal.
Hay que tener en cuenta que la gripe afecta tanto a niños como a adultos y que, si se trata de forma correcta, no tiene por qué representar una amenaza grave para la salud. Sin embargo, en cualquier caso es necesario seguir ciertas pautas (reposo, buena hidratación) así como la ingestión de fármacos que nos ayuden a tolerar los síntomas, como antigripales o anestésicos bucofaringeos.