¿Cuáles son las principales enfermedades veraniegas?
Por mucho que nos guste el verano, es difícil escapar a algunas de las enfermedades y afecciones que nos atacan principalmente durante estos meses. Aquí explicaremos algunas de las más comunes.
Deshidratación
Se dice una y otra vez que permanecer hidratados es una de las principales medidas de seguridad contra las altas temperaturas, y no es sin razón. Nuestro organismo no puede funcionar sin una correcta hidratación, y en verano el riesgo de padecer un déficit aumenta debido a que sudamos mucho más y perdemos más sales. Por esa razón, es muy importante beber mucha agua y mantenernos alejados del sol directo durante las horas en las que el sol se encuentra más alto.
Otitis
Una de las principales actividades que realizamos en verano es ir a la playa o a la piscina; si bien es una manera perfecta para ocupar nuestro tiempo de ocio, lo cierto es que el contacto con el agua puede provocarnos infecciones en los oídos (en caso de que exista algún tipo de contaminación en el agua debido a la presencia de bacterias) u otitis debida a la acumulación de líquido en el oído tras el baño.
Diarreas agudas e intoxicaciones alimentarias
Es muy común padecer intoxicaciones provocadas por alimentos en mal estado o que contengan determinadas bacterias o parásitos. Normalmente esto es provocado por una mala conservación o falta de refrigeración de determinados productos; por eso, es muy importante tratar de ingerir sólo alimentos de los cuales conocemos su procedencia y tratar de evitar comer en puestos callejeros que exponen los productos a las altas temperaturas o a los insectos. Tampoco podemos olvidarnos de la conocida “diarrea del viajero” una afección que padecen las personas que viajan a países con condiciones higiénico-sanitarias inferiores a las de su país de procedencia.
Picaduras y alergias
El verano es la época de las picaduras de insecto por antonomasia, así como de la aparición de determinadas alergias. La proliferación de mosquitos y el aumento de nuestra exposición a otros animales que puedan picarnos (excursiones por la montaña, zambullidas en el mar, etc.) nos ocasionan molestias que pueden llegar a ser de gravedad si no se tratan correctamente (como en los casos de alergia). Lo mejor, es utilizar repelentes contra insectos y seguir las indicaciones en lugares como la playa cuando hay alerta de aparición de medusas.
Quemaduras solares
Con la llegada del buen tiempo tratamos de aprovechar todo el tiempo posible al sol pero esto puede tener efectos muy perniciosos para la salud de nuestra piel si no tomamos medidas preventivas. Si bien es cierto que resulta una medida imprescindible utilizar cremas de protección solar cuando vamos a la playa, tampoco podemos olvidar que debemos usarlas siempre que estemos exponiendo nuestro cuerpo a los rayos solares, es decir, prácticamente cada vez que salimos al exterior. Hay que pensar que las quemaduras solares pueden ser algo pasajero, pero las consecuencias de exponer nuestra piel al sol de forma prolongada pueden derivar en enfermedades tan graves como cáncer de piel.