Cómo dar menos vueltas a la cabeza
La mente se asemeja en más de una ocasión a una noria que da vueltas y vueltas alrededor de un punto fijo. Sin embargo, esa actitud no te ayuda en nada, te hace sentirte pequeño y diminuto frente a un obstáculo en vez de capaz de superarlo.
¿Cómo dar menos vueltas a la cabeza y tener más serenidad en los momentos realmente importantes?
1. En primer lugar, ten un espíritu práctico y aprende a conocerte. Todos sabemos cuáles son nuestros puntos débiles porque la convivencia con uno mismo aporta luz. Por ello, cuando sientas que tienes por delante un conflicto que superar, en vez de encerrarte en ti mismo busca excusas para estar con gente, hacer planes y tener ocupaciones. Todos necesitamos de todos, las personas no somos islas independientes sino redes en un proceso de interconexión constante.
2. Oblígate a ti mismo a salir de casa. Existen hábitos destructivos que potencian todavía más el hecho de dar vueltas y vueltas a la cabeza: tumbarte en el sofá y pasar la tarde entera viendo la televisión potencia la pasividad. Estar todo el día en pijama tampoco te ayuda en nada. Ponte en movimiento y no te compadezcas a ti mismo porque eres una persona maravillosa, fuerte y capaz de lograr más de lo que imaginas.
3. Haz un curso sobre un tema que te guste porque al potenciar una afición también eres más consciente del placer que esa afición produce en ti.
4. Date un buen capricho culinario. La tristeza desgasta tanto físicamente que es muy importante poner un límite a ese dolor.
5. La mente puede ser como una lupa que potencia hasta el más mínimo detalle de aquello que quieres ignorar. Para sentirte mejor contigo mismo es preferible que cierres un poco los ojos para mirar por ti y por tu bienestar.
6. Piensa que tú también puedes aprender a fluir como el agua del río al dejarte llevar por la inercia de la propia vida teniendo una buena gestión de las emociones. Para ello, puedes leer el libro Inteligencia Emocional de Daniel Goleman.