Autoayuda: Cómo hacer uso de los recursos online
Estamos en un momento en el que existe una gran demanda de temas de autoayuda y de coaching. Las personas tienen un hambre voraz de felicidad en una sociedad individualista en donde la soledad hiere. En este sentido, y de una forma muy positiva, internet nos ha abierto la puerta de recursos online que tienen como finalidad ofrecer un apoyo emocional al lector:
1. Piensa que existen blogs de autoayuda que te ofrecen contenidos de calidad y puedes leer dichas entradas de una forma totalmente gratuita. Existe un blog que puede ser de tu ineterés: Conocernos. Puedes tener una participación activa en un blog de autoayuda ya que puedes animarte a dejar tus comentarios a las entradas del autor para contar tus impresiones, hacer sugerencias o consultar dudas.
2. A través de Facebook también puedes compartir con tus amigos y conocidos esos textos de autoayuda que te parecen estimulantes. Cuando algo te ha ayudado a ti es un gesto positivo que lo compartas con los demás. Para ello, tienes que dar a conocer ese texto.
3. Puedes animarte a crear tú mismo un blog personal con un tema que te guste y te interese. Te servirá para liberar a través de la escritura el malestar interno.
4. Hoy día es posible hacer terapia psicológica online. O un proceso de coaching online. Este tipo de servicios suele ser más económico y te permite hacer terapia sin tener que hacer desplazamientos.
5. Consulta las fuentes que hay en internet dedicadas a difundir únicamente temas positivos del mundo y noticias bonitas. Por ejemplo, Vida Positiva. Es un medio dedicado a difundir esperanza. Algo muy necesario en un momento de crisis económica.
6. Puedes darte de alta en el boletín de noticias del Teléfono de la Esperanza para estar informado sobre cursos, conferencias y charlas de interés. El Teléfono de la Esperanza es una de las mejores entidades que ofrece asesoramiento emocional.
7. Pon límite al tiempo que pasas frente a internet. No puedes estar todo el tiempo en el ordenador porque la vida virtual no lo es todo. Al revés, puede llevarte a sentir una gran tristeza.