Aprende a valorar la salud
Aprende a valorar la salud. ¿Qué es lo que de verdad te hace feliz en tu día a día? ¿Sobre qué pilares crees que se sustenta tu bienestar? ¿Qué orden de prioridades rigen tu destino? Es importante analizar cuáles son tus valores para poder crecer siempre pero en especial, para poder diferenciar aquello que es importante de aquello que es secundario.
Por ejemplo, la vida no se mide por el tener ni por las posesiones, por el contrario, lo más importante es el ser. La fama no es una causa de felicidad como bien muestran historias trágicas como el caso de la muerte de Amy Winehouse. Es importante que cultives tu yo interior, que fomentes la sabiduría, que tengas inquietudes, que aspires a más…
Sin embargo, hay algo que debes hacer cada mañana. Valorar tu salud, incluso, aunque seas un anciano que empieza a tener ciertos achaques como consecuencia de la edad. Siempre debes valorar más aquello que tienes que aquello que te falta. Tal vez tengas algunas dificultades para oír tan bien como cuando eras joven pero lo importante es que estas aquí para seguir disfrutando de aquellos que te quieren.
Por otra parte, a veces, se comete el error de valorar la salud solo en el momento en que se ha perdido. Se trata de una forma de vivir desde la ignorancia creyendo que la salud es un bien que se compra. Sin duda, es mejor evitar obsesionarte con el futuro y con aquello que puede pasar. Estás sano aquí y ahora y ese es el mejor regalo que puedes tener.
Cuando estás enfermo te sientes débil sencillamente, porque la salud potencia todas tus capacidades mientras que en la enfermedad se limitan al máximo. La salud y la enfermedad establecen un juego de contrarios a lo largo de la vida. En caso de enfermedad, confía en tu médico, cuida de ti, deja que te cuiden y te den cariño. Por supuesto, sigue alimentando tu día a día con esperanza, mucha ilusión y optimismo. Afortunadamente, la calidad de la medicina ha aumentado de forma notable en las últimas décadas.
Imagen: Vitadelia