Aguas Termales: Características y beneficios para la salud
Hay que remontarse a épocas muy muy antiguas para conocer que algunas civilizaciones hacían uso de las aguas termales. En principio se usaban para sociabilizar pero mas adelante se descubrió que tenían poderes curativos y ya en épocas mas cercanas a la nuestra, los baños en aguas termales, eran recetados por los médicos (en algunos países se sigue haciendo).
Características y temperaturas de las aguas termales
Hay dos tipos de aguas, según su origen geológico: Las magmáticas y las telúricas.
– Las aguas magmáticas nacen de filones metálicos o eruptivos y suele tener una temperatura mayor de 50ºC . Los elementos que se encuentran en esta agua son: arsénico, boro, bromo, cobre, fósforo y nitrógeno. Las aguas telúricas tienen por lo general bicarbonatos, cloruros, sales de cal y otros.
– Las aguas telúricas pueden nacer en cualquier lugar, su temperatura pocas veces llega a 50ºC , esta agua son filtradas y poseen menor cantidad de mineralización.
Efectos de las aguas termales
El agua de las termas tiene efectos diferentes en el cuerpo humano a nivel biológico, quimico y físico, aunque todos actúan al mismo tiempo.
Las aguas termales aumentan la temperatura del cuerpo, matando gérmenes, entre ellos virus, además aumenta la presión hidrostática del cuerpo, lo cual hace que aumente la circulación sanguínea y la oxigenación. Este aumento en la temperatura ayuda a disolver y eliminar las toxinas del cuerpo.
Al aumentar la oxigenación, el baño en aguas termales hace que mejore la alimentación de los tejidos del cuerpo en general, motivo por el cual aumenta el metabolismo, estimulando al mismo tiempo las secreciones del tracto digestivo y del hígado, ayudando así a la digestión.
El baño repetido (especialmente en periodos de 3 a 4 semanas) puede ayudar a normalizar las funciones de las glándulas endocrinas, así como el funcionamiento en general del sistema nervioso autonómico del cuerpo. También existe una mejora y un estímulo del sistema inmune, relajación mental, producción de endorfinas y regulación de las funciones glandulares. Muchos de estos efectos se deben al consumo del cuerpo de minerales como dioxido de carbono, azufre, calcio y magnesio.
Hay enfermedades de la piel que pueden tener una marcada mejoría por baños en aguas termales (en especial si estas contienen azufre). Las enfermedades que más se benefician son la psoriasis, la dermatitis y las enfermedades por hongos. En algunas ocasiones también ayudan en la cura de heridas y de otras lesiones de la piel. En ocasiones esta acción se le atribuye a las “sulfobacterias” (organismo aislado por la “Sociedad Internacional de Medicina Hidrológica”, para explicar los efectos de los “elementos intangibles” de las aguas termales.
Algunas enfermedades que se pueden tratar con baños termales son:
- Enfermedades reumáticas crónicas
- La recuperación funcional de la neuroparálisis central y periférica
- Algunas enfermedades metabólicas como la diabetes, la obesidad y la gota
- Problemas gastrointestinales crónicos
- Enfermedades respiratorias leves
- Problemas de la circulación
7. Enfermedades crónicas de la piel
- Enfermedades relacionadas con el estrés y otras de tipo psicosomático
- Secuelas de trauma
- Enfermedades ginecológicas crónicas
Os recomendamos los balnearios de Caldea (Andorra), uno de los mejores centros termales y con muy buenas ofertas para pasar un fin de semana. Y tú ¿conoces alguno más?