Día Internacional de las Personas con Discapacidad
Este sábado se celebró un día muy especial: el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Una fecha muy señalada que nos ayuda a reflexionar sobre la importancia de la lucha por la igualdad social. Y es que, en la mayoría de las ocasiones, son las personas que no tienen problemas las que ponen más barreras a aquellos que más allá de contar con una discapacidad, cuentan con gran afán de superación, y especialmente, tienen algo bueno que aportar a la sociedad.
Por tanto, pueden integrarse y desarrollar una función. Nos encontramos en la sociedad de la perfección en todos los sentidos. Es decir, en un tiempo donde la apariencia cuenta. Existe una gran obsesión por la belleza física, por la extrema delgadez y por la imagen. Sin embargo, el interior no se cultiva del mismo modo. Pero además, el universo humano es muy extenso, por ello, no vale la pena caer en la superficialidad sino que es esencial ir más allá. Observa en la calle a las personas que pasean durante una tarde de otoño.
Podrás ver a ancianos con el rostro arrugado que caminan con ilusión en las horas de sol, también podrás ver a personas ciegas que recorren el mundo con confianza sin miedo al peligro en un ejemplo absoluto de fuerza, por supuesto, también existen personas que caminan en sillas de ruedas… Cada persona es diferente, de ahí la riqueza del alma humana desde un punto de vista emocional y anímico.
La perfección reside precisamente en la imperfección. Y es que, por ejemplo, en un momento de debilidad es cuando de verdad puedes mostrar todo tu cariño a una persona a la que aprecias. Ayer se celebró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Un momento único e irrepetible para brindar un merecido homenaje a todos aquellos que desde su diferencia, hacen que este mundo sea un lugar mejor. Es decir, aportan su luz a los demás. Esta fecha que se celebró ayer también debe ayudarnos a recordar que entre todos debemos ir superando las barreras para la integración de aquellos que tienen algún tipo de discapacidad.
Imagen: Marta Pascualero