La espiritualidad renace en la Jornada Mundial de la Juventud
La fe es un término que no deja indiferente a nadie, de hecho, esto es algo que puedes comprobar tú mismo en caso de que te animes a indagar un poco en la historia de la filosofía. Una historia fascinante en donde puedes encontrar autores que toman la fe como una puerta abierta de la razón, este es el caso, por ejemplo, de Tomás de Aquino, y también, autores que se inclinan hacia el ateísmo, este es el caso, de Sartre.
Pues bien, la semana que viene se celebra en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud. Un término «juventud» que refleja toda la fuerza que tiene un sector social con todo el futuro por delante y que sin embargo, la realidad es que hoy día, la gente joven también atraviesa muchos apuros teniendo en cuenta que muchos de ellos no pueden encontrar un empleo estable.
Por otra parte, la Jornada Mundial de la Juventud también muestra una paradoja y es que, en la sociedad actual, marcada por un claro dominio del materialismo es muy difícil sentir la espiritualidad y el sabor de la fe. Sin embargo, la fe también es una puerta hacia la esperanza de la trascendencia. Es decir, vivir con la idea de que existe un sentido último de esta vida implica un matiz diferente a la existencia como bien expresó un maestro de la logoterapia Victor Frankl.
Sin duda, además, también conviene tener en cuenta que existen diferentes religiones y que existe puntos en común en muchas de ellas ya que la idea de un Dios monoteísta no es única del cristianismo. Más allá de cuáles sean las creencias de cada persona, la realidad es que poder fomentar la espiritualidad es un verdadero regalo para el alma humana ya que el hombre no sólo es cuerpo, es decir, materia sino que también, tiene otras dimensiones, como por ejemplo, el estado de ánimo, las emociones y los sentimientos. Realidades que no se ven y que sin embargo, se sienten. Muchas personas se preparan con ilusión para vivir la Jornada Mundial de la Juventud. Por tanto, esperamos que sean unos días de gozo y de reflexión.
Imagen: Corentt Artículos