Luce cuerpo este verano (y todo el año)
¡Alerta! Llega la operación bikini de todos los años y ya se te ha vuelto a hacer tarde. ¿Seguro? ¡Claro que no! Siempre es buen momento para empezar una rutina de vida saludable con ejercicio y dieta equilibrada, y dependiendo de tu punto de partida y de tus objetivos, a menudo puedes conseguir resultados en mucho menos tiempo del que te imaginas.
Incluso hay tablas de ejercicios específicas para conseguir el cuerpo que quieres en apenas un mes, así que no arrojes aún la toalla y márcate una disciplina de trabajo (y cúmplela, por supuesto).
Además de los ejercicios para endurecer glúteos que harán que tu bikini luzca como nunca, puedes practicar ‘sentadillas’, tanto laterales como abiertas. Con este ejercicio trabajarás sobre todo la parte interna y externa de los muslos. También puedes practicar la subida de escaleras, y si no tienes unas donde hacerlo, con una silla te puede bastar en tu propia casa. Asegúrate de que esté firmemente sujeta, y sube y baja como si fuera una escalera, alternando ambas piernas para que se reparta la carga del ejercicio de forma adecuada.
Las elevaciones de cadera y las elevaciones circulares son “clásicos básicos” que no pueden faltar en ningún programa de ejercicios. En el primer caso, túmbate de lado sobre una de tus caderas en una esterilla, levanta la pierna contraria estirada formando un ángulo de 35 grados y repite y alterna varias veces con la otra pierna. En el segundo caso, también tumbada sobre la esterilla, levanta una de las piernas y haz movimientos circulares en ambas direcciones durante unos 20 segundos, y alterna con la otra pierna.
Y por último, otro clásico que no puede faltar es el dúo abducciones-aducciones de piernas. Para practicar las abducciones, ponte a cuatro patas sobre una esterilla y levanta una pierna doblada de forma lateral, hasta ponerla en paralelo al suelo. Repite el movimiento unas 20 veces y cambia de pierna. Para las aducciones, en vez de doblar la pierna tienes que estirarla hasta el final.
A todo esto hay que sumar lo que siempre se dice pero no siempre se hace: hay que complementar el ejercicio con una buena alimentación. Es fundamental si no queremos que nuestros esfuerzos se vayan al traste por un atracón inoportuno de dulces o por no poder evitar picar entre horas con alimentos poco saludables. Una de las premisas fundamentales es no saltarse ninguna comida, ya que así evitaremos llegar con más hambre de la cuenta a la siguiente, con lo que tendremos mayor tentación de darnos un atracón de calorías (que es justo lo que queremos evitar).