En la sociedad del éxito estamos tan acostumbrados a vivir en base a metas que perdemos de vista que es positivo y gratificante disfrutar del momento presente con ilusión. Por ello, cuando tengas un logro que te ha costado un esfuerzo conseguir no pienses, de forma rápida, en sumar un nuevo mérito a tu vida.

Relájate, disfruta y descansa de ese regalo que has alcanzado porque en la vida, es indispensable aprender a vivir el momento presente con ilusión, fuerza de voluntad y ganas de vivir simplemente, dando valor a los pequeños detalles del día a día. La ilusión por un mérito alcanzado puede durar incluso, meses después de haberlo conseguido pero para ello, es mejor aprender a vivir de una forma consciente y responsable.

El filósofo Tomás de Aquino explica con gran acierto que en la voluntad humana un deseo es sucedido por otro de forma rápida. Sin embargo, conviene ser autocrítico para no vivir tan deprisa que ni siquiera, puedas dar valor a todo aquello que te ha supuesto tanto lograr y alcanzar con espíritu positivo, energía creativa y fuerza.

Celebra tus premios, comparte tu alegría con tus amigos y con tus seres queridos, ten motivación por disfrutar de la vida como mereces. Celebra tus méritos también, después de haberlos alcanzado a través del recuerdo. Recréate en instantes de ese tipo porque merece la pena aprender a vivir el momento presente con la ilusión de saber que eres una persona que merece la pena disfrutar de verdad y ser feliz.

Para celebrar algo que te ha supuesto un esfuerzo conseguir no dudes en darte un premio a ti mismo, intenta ser positivo y optimista, disfruta del momento presente porque este momento pasa sin que te des cuenta cuando pones tu foco de atención en una meta futura. Relájate, respira hondo y vive el día a día para sacarle más partido a la vida.

Una vida que es un regalo en letras mayúsculas, una experiencia maravillosa que puedes disfrutar y valorar poniendo todos los sentidos en el aquí y en el ahora.