La relación entre padres e hijos es una de las más importantes de la vida porque los padres son generosos y desinteresados a la hora de cuidar de sus hijos. De hecho, en plena crisis económica, muchos hijos han vuelto al nido familiar como consecuencia del desempleo por no poder hacer frente a los gastos domésticos.

Intenta disfrutar del momento presente con tu familia, sé feliz, ten paciencia porque en la vida, es fundamental tener un momento para compartir con la familia porque en realidad, tus padres son quienes de verdad te quieren. Más allá de la rebeldía propia de la adolescencia, y también, más allá de la diferencia generacional que puede marcar ciertas barreras, está claro que los padres son la referencia a los orígenes.

Por ello, disfruta de su presencia, cuida de ellos cuando sean mayores, atiéndeles y cuídales después de todo el esfuerzo de una vida de duros sacrificios. Sin duda, los padres se sacrifican mucho por sus hijos por ello, merecen gratitud, respeto y amor hasta el final de sus días.

La ausencia de los padres es una de las más difíciles de soportar una vez que los padres ya se han marchado. Por ley natural, todo hijo tiene que decir adiós en algún momento a los seres que más quiere.

Por ello, merece la pena tomar una actitud positiva a la hora de mostrar el afecto y ser generoso con los padres para disfrutar del momento presente, hacer planes en común, tomar la iniciativa de hacerles un regalo para sorpenderles. La Navidad es una época fantástica para disfrutar de toda la familia alrededor de la mesa y poder estar con los seres queridos porque la compañía de la familia es ese soporte emocional que cualquier persona necesita para encontrar un sentido a la vida.

Las personas que ya han perdido a sus padres saben el poder de la ausencia, por ello, sé feliz aquí y ahora e intenta pasarlo bien de verdad en la vida.